El pasado Domingo en las proximidades de Palacios de la Sierra hizo parada la Liga Norte/Liga de Castilla y León/Liga Aragonesa en un mapa no apto para recién llegados. Las infinitas piedras, la escasa visibilidad y la ausencia de elementos lineales hicieron las delicias de los veteranos pero dejaron caras de desesperación en menos experimentados.
Hay mapas de orientación en los que, por sus características, no se tenía que permitir que se organizaran pruebas de categorías de promoción e iniciación. El resultado suele ser contradictorio: llevan al abandono de nuestro bello deporte a muchos. La agrupación de categorías tampoco hace un favor: ¿Qué tienen en común una D16 con poca experiencia y muchas ganas de correr con un H45 bregado en mil batallas y con un horario laboral que le impide salir a trotar con regularidad? El mismo recorrido. La solución no es fácil, pero el problema está ahí.
Más allá de las dificultades para los noveles, la competición presentó unos recorridos técnicos y trazados con mimo en un mapa diferente que exige brújula y lectura fina, ambas en altas dosis. Todo ello junto a una alta concentración ya que nada facilita la recolocación: escasa visibilidad, múltiples elementos puntuales y escaso y somero desnivel.

La Higüeriza, Liga Norte 2015, H14;D14