Trofeo Ávila 2015, ¿jugamos al escondite?

Este fin de semana volvió la Liga Nacional de orientación. Y lo hizo de manera prometedora: zona inédita, mapa nuevo y equipo organizativo de calidad. Sin embargo en la arena, y especialmente el primer día, se hablaba de que las balizas estaban escondidas.  Desde nuestro punto de vista no. Veamos porqué.

Tras un verano más o menos orientador, para algunos, era la primera carrera desde hacía un mes, para algunos más desde hacía dos y para la mitad de los participantes hacía tres meses que no tocaban mapa. Eso se nota, la orientación es práctica ¿o es que no se nota al revés cuando corremos tres fines de semana seguidos?

La cartografía generalista (piedras grandes y nada de bosques semis) es una cosa que hay que trabajar. En España estamos demasiado acostumbrados al mapa de corte ruso: todo pintado. Sin embargo, en zonas como las de este fin de semana… ¿si las pinta un ruso?

Mapa nuevo, zona inédita. Con demasiada frecuencia estamos compitiendo en los mismos mapas. Hay mapas que han sido, y serán, utilizados de manera reiterada en Liga Nacional año tras año. Y el año que “descansan”, para regionales amen de entrenamientos varios.

Cuando se junta todo lo anterior, la falta de prática veraniega y una cartografía ligeramente diferente sobre un terreno no común y nuevo, no podemos pretender que nos salga todo, al menos a la primera.

Cómo se corre en estos terrenos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en mapas con exceso de elementos como era el caso hay que generalizar (más incluso que el mapa, sí). En este mismo sentido, hay que buscar los elementos singulares con respecto a la mayoría: los árboles singulares (alguno no se diferenciaba, también). De igual manera, como en toda competición de orientación: la curva de nivel manda, no se puede dejar de tener en cuenta nunca. Por último, para el ataque al control: leer, completa, la descripción de control. ¿Cuántas balizas “escondidas” estaban al otro lado de la piedra? Eso nos lo dice la columna G de la descripción.

Ejemplo de la carrera Larga (sábado), categoría H35A, controles 5 al 9.

Analisis_Avila01

Avila_03Avila_04

Saliendo de la baliza 4 debemos mantener la curva de nivel hasta visualizar una sucesión de grandes cortados, a la misma altura que llevamos, y con una gran roca/cortado central más grande que el mascarón de proa del Titanic. Cuando acaben estos cortados nos subimos al piso de arriba donde de nuevo empieza una fila de cortados a nivel, aún más grades que los de abajo. En esta línea, nada más comenzar hay una fractura en los cortados. Debajo está nuestra baliza en una gran piedra, en su lado noreste.

De nuevo para el 6 seguimos la línea de cortados anterior hasta el final. Allí, por detrás de los ellos hay una gran roca inaccesible por cualquiera de sus lados y detrás de ella dos largos cortados no muy altos. Cruzamos por la fractura de los mismos y, a la izquierda, por el gran pasillo que forman los cortados anteriores y otros que vemos enfrente. Allí hay una piedra inaccesible y detrás otra más pequeña: nuestro control, al este.

El control número 7 es un control típico de media. Aunque estemos en una larga, alguno se puede poner. Dejemos para otra ocasión la discusión sobre las carreras largas en España. Ahora técnica: el pasillo que nos sirvió de referencia está cerrado al sur por un gran cortado. Si lo salvamos por la izquierda llegamos a un gran afloramiento. Al salir de él por la parte superior derecha hay un pequeño cortado y debajo tres piedras. Lo dice la descripción: no son estas piedras, es otra más abajo, más al suroeste y la baliza en su lado sur. El centro del círculo no lo deja tan claro pero casi.

Para el 8. Bajamos ahora sin perder la dirección marcada por la brújula buscando una vaguada con una piedra grande. Una sucesión de elementos pedregosos continúa en la dirección que llevamos. Corremos en paralelo controlando las piedras con la vista hasta una vaguada pequeña que nace a sus pies. Detrás de esta vaguadina, otra, y en su centro nuestro cortado, al pie.

De nuevo nos ayudamos de la brújula en el control 9. Primero someramente para que nos lleve a un gran montón de rocas. Desde allí, identificado el grupo de piedras que lo cierra por la parte superior izquierda (aunque en carrera es la parte baja), un rumbo preciso ha de llevarnos a la cota. En qué parte, en la contraria a la dirección que llevamos, el trazador se ha estudiado la carrera y los corredores buscamos elementos no faroles.

En 2016 más carreras en la zona que no en el mapa: mapas nuevos. Y si sigue trazando José Luis García Morales seguiremos jugando ¡con¡ el Escondite.

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